11 de febrero de 2009

A LA DERIVA

Para no perder las buenas costumbres una nueva entrada. ¿El tema? Pues sí, no podía ser otro. La actual situación económica… y lo que se avecina. Haré de pitonisa y ojala me equivoque. Vayamos por partes, ¡ah¡ y no se asusten, porque les va a dar lo mismo.

¿En qué situación de la crisis nos encontramos? Según todos los indicadores macroeconómicos en plena caída. ¿Cuan profundo será el deterioro? No lo sabe nadie. Y nadie es nadie. Me explico. Ninguna persona con vida, y responsabilidad en la toma de decisiones, se ha visto en la actual tesitura. Ni premios Nobel de economía, ni empresarios con espolones, ni responsables de los distintos mercados crediticios, ni de materias primas, ¡Nadie! Ergo, es como darle un tetris a un niño de 5 años. Si logra colocar todas las piezas en su sitio será por pura casualidad, no por inteligencia. Lo que sí parece seguro es que estamos todos –desde EEUU hasta China- en caída libre.

Y lo que es peor, parece que se acerca una segunda etapa de problemas en los mercados financieros entre los 6 y 12 próximos meses. Timothy Geithner –actual Secretario del Tesoro de USA- está más perdido que Obama. Tiene un “plan”, que no concreta las medidas a tomar, y que ha dejado despistado al mercado.

Por su parte, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, ya advertido que la cosa va a ir a peor “Lo peor no puede descartarse”. ¿No me digas Domi?

Resumiendo. Ni gurús, ni ministros de finanzas, ni el sursum corda. El buque va a la deriva y el patrón/es, no tienen ni idea de cómo va a terminar la travesía. Cuando se botó el Titanic hubo algún necio que dijo ¡¡¡¡Este barco no lo hunde ni Dios!!!! Y el resultado ya lo saben ustedes. Una brecha en el casco y a pique.

La singladura va a ser épica, pues estamos inmersos en plena tormenta tropical, que en breve se tornará huracán. El viento rugiendo a 60 nudos, y en aumento. En medio del océano, el bergantín parece un humilde galeón y el velamen está hecho añicos. El capitán en su primer viaje y borracho. El contramaestre ciego y no sabe como manejar el sextante. La tripulación enferma rezando en sus camarotes y la vitualla podrida.

¿Y el pasaje? Ah… es verdad. Acaba de subir a la cubierta. El capitán les ha dicho que acudan a ver el espectáculo. Que no se asusten. Que es txirimiri. Y eso sí…
¡¡¡que tengan confianza y arrimen el hombro¡¡¡
Finito de Aldeatejada –A la sazón novillero-