17 de noviembre de 2006

DE JUANA CHAOS: HAMBRE DE SANGRE

Anoche, y tras cenar algo ligero, me acordé del pobre De Juana Chaos. Que conste que hice una cenita liviana por solidaridad con el citado monje cartujo. Pensaba zamparme una lata de “Fabada Litoral”. Pero no. Me vino a la mente el pobre etarra y su ayuna decisión de no ingerir bocado alguno.

De Juana Chaos es un tío admirable. Además de presentarse voluntariamente ante los juzgados para ser juzgado por los 25 asesinatos que cometió –se dice pronto, 25 muertos a sus espaldas- ha decidido pasar hambre para purgar sus pecados. Como le ha parecido insuficiente la justicia humana por sus crímenes quiere redimirse ante Dios y ante los hombres por la vía del ayuno. ¡Esta forjando su camino hacia la santidad y no le comprendemos! Es como el pollo Calimero. Nadie le comprende.

También me consta que ha solicitado el ingreso en una Cartuja para cuando se produzca su salida de la cárcel. Mientras tanto, y para no desentonar, dedica buena parte de su tiempo al ensayo del canto Gregoriano.

De Juana Chaos es un incomprendido. A sus amigos y familiares les ha comentado que no sabe porque el “Estado opresor español” se esta cebando con su persona. ¡Pero si solo maté a 25 y, además, era por la libertad de Euskalerria!

De Juana Chaos no ingiere alimentos y dice que si es necesario llegará hasta el final. Que no piensa tomar un solo bocado de su comida preferida –el forraje-. ¡Así sea, otro mártir para la causa!

A ver, a mí me parte el alma ver a los pobres e inocentes niños del tercer mundo morir de hambre sin haber tenido una sola oportunidad en su vida. Mueren de hambre y no quieren morir. De Juana Chaos no. Esta alimaña –ahora “benedictina”- quiere morir de inanición después de darse un festín de sangre y sufrimiento ajeno.

Si quiere morir de esa manera que lo haga. Al fin y a la postre sólo acabará con su vida, pero antes se ha llevado a 25 inocentes por delante. El “monje” De Juana, como los ascetas Hitler o Stalin, mejor que no hubieran nacido. Su gran aportación a la humanidad ha sido la muerte y el dolor. En suma, lo que caracteriza a los grandes hombres.

De Juana, esta noche sí que me tomo la “Fabada Litoral”. Lo he pensado bien y paso olímpicamente de tu pía redención. ¡25 inocentes a tus espaldas “gudari”!

Finito de Aldeatejada. A la sazón novillero.